lunes, 26 de noviembre de 2012

Dentro del laberinto

Dedico esta entrada al libro El Minotauro Global del economista griego Yannis Varoufakis, donde desmenuza las causas del crash de 2008 y del desmantelamiento del sistema financiero basado en la fabricación infinita de productos de deuda calificada como buena (la famosa triple A, que sería un triple sobresaliente, pero eso solo lo entienden los nerds -empollones- estadounidenses o los entretenidos europeos que vemos series sobre los citados nerds estadounidenses), que tienen como fin fabricar infinitos beneficios (manufacturar dinero de papel supuestamente equivalente al dinerico "normal" que los tonticos de a pie contamos en billetes), que alimentan a su vez los círculos de los dirigentes de bancos y agencias de calificación, un determinado sector inmobiliario, y las supuestas instituciones reguladoras (bancos centrales, reserva federal...) cuyos asesores habían participado o ansiaban participar de los círculos anteriormente nombrados.

El diario.es publica hoy un extracto del libro de Varoufakis, con el vacio de las notas a pie de página. Se trata de un texto especializado, y sin "aparato crítico" (las explicaciones y las referencias bibliográficas) se queda cojo. Es todo lo que podríamos esperar de un economista anti-capitalista. Yo, por lo menos, no me esperaba otra cosa. Explica de forma clarificadora la naturaleza monstruosa de esos productos financieros sintéticos que alejan tanto, pero tanto, la producción, del trabajo humano, que cuesta ver la más mínima relación entre lo que hacen los profesionales todos los días y lo que se maneja de pantalla en pantalla en esas oficinas virtuales de comerciantes de dinero.

En fin, el texto, como digo, es clarificador en varios puntos; en otros, no. Es el caso de las "teorías económicas  tóxicas", que a mí me vienen grandes. Puedo atisbar de qué va el asunto, pero obviamente se me escapa toda la técnica matemática que utilizó (y sigue utilizando) esa élite de "hiperinteligentes hombres y mujeres" para justificar toda esta movida cuasicriminal.

Algo que a mí, paradójicamente, me resulta tranquilizador, es que el autor deja bastante claro que esta élite intelectual numeraria, una de dos: o no se olió su propia tostada, o impostó adrede la validez de este modelo, sustituyendo "ignorancia" por "conocimiento provisional". Más o menos esto: en vez de decir que NO TENGO NI IDEA de cómo se van a comportar los mercados, asumo que hay comportamientos que no van a tener, porque son irracionales; por lo que estoy en posición de vender la moto con mis ecuaciones y algoritmos chachis de que SÉ LO QUE VIENE DESPUÉS. 

Todo lo cual a mí por lo menos me demuestra: (a) que esa gente tan inteligente no es tan inteligente como dice ser, y (b) que su astucia desmedida les conduce a creerse su propia falacia -lo que es un signo alarmante de estupidez-. Esto último lo justifico diciendo que la mayoría de los gurús económicos del "súper mercado eficiente" explican el batacazo de 2008 argumentando que las crisis económicas sistémicas son "naturales". Es decir, estas cosas tienen que pasar, es el precio a pagar por nuestra codicia colectiva, pero ahí es donde tiene que entrar el estado, arreglar los desperfectos y a volver a empezar.

Mmmm, ergo (c) la gente que maneja ciertos cotarros no es tan lista y queda por tanto desautorizada para negar la democratización del saber y las competencias (es decir, hay muuuucha gente que podría hacer su trabajo), así como para establecer y consagrar ningún modelo de administración económica.

Visto lo visto, y con las herramientas de juicio que tenemos (más o menos limitadas), si a partir de ahora se sigue dejando el saber económico en las mismas manos (un Madoff más, uno menos), nos mereceremos una oleada de mierda como ésta cada sesenta putos años.

http://www.eldiario.es/economia/minotauro-global_0_72093120.html

He aquí el enlace. Aviso de la licencia gramatical de los plurales generalizadores en femenino. Según uno de los foreros, no se trata de un error de traducción sino que es consecuencia de la ideología feminista del autor. Sí es cierto que hay vacilaciones, hay plurales en masculino, y no me queda claro el criterio. No es algo que os pueda aclarar porque no he tenido acceso al texto original, y además desconozco si el original está escrito en Griego Moderno (donde hay morfemas de género, y se podrían rastrear mejor las vacilaciones) o en Inglés (donde las marcas de género son en su mayoría léxicas). Cosicas lingüísticas aparte, que nos gustan a unos pocos, el texto tiene interés y merece ser leído.



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