miércoles, 21 de noviembre de 2012

Abusones

Se retrasa el anuncio de un alto al fuego en Gaza. Se acercan elecciones en Israel, y parece que los máximos  responsables políticos del país no quieren entrar en guerra con ningún "vecino". Curioso el uso de las definiciones. Parece que "guerra" no es lo mismo que bombardear un espacio físico cerrado (las fronteras entre Gaza e Israel, no son como las demás fronteras) con una altísima densidad de población (4.167 habitantes por kilómetro cuadrado) durante varios días seguidos con el resultado de más de cien civiles palestinos muertos. Eso no es una guerra. Eso es la expresión de un legítimo derecho de defensa. El derecho de defensa del estado israelí.
Hamás y otras milicias que nadie identifica, claman Occidente y sus medios al cielo, han lanzado más de 700 o 1000 o 1500 cohetes sobre el sur de Israel. La mayor parte de las crónicas en medios españoles no hacen referencia al Iron Dome, el particular juguetito de alta inteligencia militar con que los israelíes cuentan para frenar misiles corto alcance. El Iron Dome no es un escudo infalible, aunque sí es un potentísimo radar que identifica y dispara contra los mencionados misiles, y que ha neutralizado casi trescientos de los "tropecientos" cohetes lanzados desde la franja. Pero no me voy a centrar en el súper-radar, ni en los 75.000 reservistas movilizados por el ejército israelí, ni en el bloqueo inhumano que desde hace años asfixia la región, para sostener mi argumento de que Israel abusa, porque, recordemos, esto no es una guerra, es la operación Pilar Defensivo. No confundamos términos. Dicho todo lo anterior, y sin restarle ni un ápice de valor a ninguna vida humana, los muertos israelíes ascienden (las cifras son de la CNN) a cinco.

No obstante, y en palabras de Netanyahu y en mi traducción pedestre:
"The moment we draw symmetry between the victims of terror and the unintended casualties that result from legitimate military action against the terrorists, the minute that false symmetry is drawn, the terrorists win."
"En el momento en que dibujamos una simetría entre las víctimas del terror (Hamas) y las bajas no intencionadas resultantes de una acción militar legítima contra los terroristas, en el mismo momento en que se traza esa falsa simetría, los terroristas ganan."
No hay nada como una buena manipulación discursiva para que se vea todo el plumero del asunto: no todas las vidas valen lo mismo.

Si un misil israelí cae sobre una casa y mata a una familia de ocho personas, y los altos mandos afirman que el objetivo era un oficial de Hamás, pero no hay ningún oficial de Hamas ni muerto, ni en las inmediaciones de la casa, ni se le espera... entonces tenemos ocho bajas no intencionadas (tres más, en un solo ataque, que los cinco muertos víctimas del terror) derivadas de una acción militar legítima.

Cuando alguien considera que la vida del de enfrente vale menos que la propia, y que por lo tanto, ha de caer quien caiga por defenderla, el profesor Todorov en su ensayo El Miedo a los Bárbaros, lo llamaría "bárbaro" tras una coherente argumentación. Yo, en mi línea pedestre, lo llamo abusón de mierda. Y mentira debería parecer, viniendo de las autoridades un pueblo resiliente donde los haya, merecedor de todo mi respeto por su sufrimiento insoportable, como el pueblo de Israel.


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